Mentor del distrito 3
Sinn Smart
Vencedor de los terceros juegos del hambre. Después de que, en los juegos anteriores, la incorporación de una exhibición pública con el objetivo de favorecer al elegido del distrito dos: un vencedor amañado por el Capitolio, hiciera a varios jóvenes entrar en pánico y, o, suicidarse, porque los Capitolinos mostraban abiertamente su odio y desprecio a los demás; este decidió que había que comenzar a controlar un poco a los chiquillos e incorporó la "novedad" de los mentores. Gente como la niña del siete o el elegido del dos tuvieron suerte, ya que mandaron a Limb y el vencedor del año dos, pero los demás fueron escogidos entre los familiares, amigos cercanos de los tributos, o, rebeldes todavía no ejecutados, en el caso de hijos de muertos en la guerra. Estos eran encarcelados con ellos y los usaban para amenazar a los elegidos, si se rebelaban les dañaban. En el caso de Sinn, la elegida fue su hermana y, no solo eso, sino que, por primera vez, los desplazaron a un campo de minas, para hacer el juego más emocionante. Poco antes de que lo llevaran a la arena el joven recibió una oferta provechosa del Capitolio, como era muy dotado e inteligente podrían aprovechar su talento para crear todo lo que necesitaran, si vencía. A cambio él aceptaba matar y usar la información que le dieran para ganar. Su hermana le aconsejó que no lo hiciera, pero Sinn quería vivir, así que aceptó. Ahora sufre las consecuencias: su distrito lo desprecia desde que la historia se hizo pública y más con todos los trabajos que hace para el Capitolio. Intentó desligarse de ello, pero amenazaron a su hermana y ella es lo único que le queda así que ahí sigue, haciendo todo lo que le piden y luchando contra los remordimientos cuando este resulta ser un arma letal o trampa para los juegos. Tiene una quemadura en el rostro, resultado de la explosión de una de las minas.
Vencedor de los terceros juegos del hambre. Después de que, en los juegos anteriores, la incorporación de una exhibición pública con el objetivo de favorecer al elegido del distrito dos: un vencedor amañado por el Capitolio, hiciera a varios jóvenes entrar en pánico y, o, suicidarse, porque los Capitolinos mostraban abiertamente su odio y desprecio a los demás; este decidió que había que comenzar a controlar un poco a los chiquillos e incorporó la "novedad" de los mentores. Gente como la niña del siete o el elegido del dos tuvieron suerte, ya que mandaron a Limb y el vencedor del año dos, pero los demás fueron escogidos entre los familiares, amigos cercanos de los tributos, o, rebeldes todavía no ejecutados, en el caso de hijos de muertos en la guerra. Estos eran encarcelados con ellos y los usaban para amenazar a los elegidos, si se rebelaban les dañaban. En el caso de Sinn, la elegida fue su hermana y, no solo eso, sino que, por primera vez, los desplazaron a un campo de minas, para hacer el juego más emocionante. Poco antes de que lo llevaran a la arena el joven recibió una oferta provechosa del Capitolio, como era muy dotado e inteligente podrían aprovechar su talento para crear todo lo que necesitaran, si vencía. A cambio él aceptaba matar y usar la información que le dieran para ganar. Su hermana le aconsejó que no lo hiciera, pero Sinn quería vivir, así que aceptó. Ahora sufre las consecuencias: su distrito lo desprecia desde que la historia se hizo pública y más con todos los trabajos que hace para el Capitolio. Intentó desligarse de ello, pero amenazaron a su hermana y ella es lo único que le queda así que ahí sigue, haciendo todo lo que le piden y luchando contra los remordimientos cuando este resulta ser un arma letal o trampa para los juegos. Tiene una quemadura en el rostro, resultado de la explosión de una de las minas.
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